The Echo (2008)

The Echo es el remake americano de una película filipina de 2004 llamada Sigaw. Ambas versiones fueron dirigidas por Yam Laranas, sin embargo, como no he tenido oportunidad de ver la original, no voy a hacer ninguna referencia a ella.

La historia comienza con un ex convicto que acaba de salir de la cárcel con libertad condicional y se muda a la casa de su madre recientemente fallecida. A través de las paredes comienza a escuchar episodios de violencia doméstica protagonizados por la familia vecina y en los que terminará indefectiblemente involucrado.Esta  historia nos remite inmediatamente a otras películas orientales de terror, sin ir más lejos, a la conocidísima The Grudge. La idea es prácticamente la misma: fantasmas atormentados que buscan descanso o venganza. Por suerte, en este film, no veremos los ya gastadísimos fantasmas de cabellos imposiblemente largos y caras igual de imposiblemente pálidas, gatos que salen del armario y tantos otros clichés, aunque sí tendremos el fantasma de una criatura pequeña. No todo se puede.

La atmósfera de la película está bastante bien lograda gracias al edificio en el que transcurre todo. Antiguo, oscuro y con unos pocos habitantes que compensan su ausencia con mucha rareza.  Sin embargo, los primeros 2 tercios la película avanza lentamente y en los últimos minutos explica demasiado rápido qué es lo que ocurrió en el pasado, algo que el espectador ya habrá deducido bastante tiempo atrás con las pistas que le fueron dadas. Lamentablemente, en esta explicación nos terminamos quedando con varias preguntas sin responder, en especial las relacionadas al accionar de las almas en pena con cualquiera que se les cruce.

En definitiva, no es una mala película, pero podría ser mejor. Eso sí, agradezco infinitamente que no se haya usado el patético recurso del ruido repentino para provocar miedo.