
Una película que empieza mostrando la máscara de Jason, la sierra eléctrica de Leatherface y el guante de Freddy Krueger no puede ser mala. Si a eso le sumamos que en los títulos vemos a la perrísima Jennifer Tilly mientras suena Living Dead Girl de Rob Zombie, estamos ante una obra maestra. Una obra maestra de la comedia, claro.
Chucky vuelve nuevamente a la vida gracias a un ritual vudú amateur realizado por su ex pareja, Tiffany. Por razones que no explicaré aquí, ella termina muerta y su alma es traspasada a una muñeca vestida de novia. Juntos, Chucky y Tiffany, iniciarán un viaje para poder volver a tener cuerpos humanos.
Los muñecos son los personajes principales en la historia, no sus víctimas, como suele ocurrir en cualquier peli que involucre asesinos seriales (¿o eran en masa?) y sus ocurrencias nos guían en un festín de referencias a la cultura pop y al cine de terror en el que no falta la sangre y las risas.
El único defecto que le veo es que al final quizás se debilite un poco. A partir de que la parejita adolescente se da cuenta de la existencia de los muñecos, el humor es dejado de lado para dar paso a un desenlace bastante común y un poco cursi. Pero el absurdo del final nos compensa y nos deja con ganas de más.
2 comentarios:
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Genial y divertidísima, injustamente infravalorada. Muy recomendable verla en grupo; se disfruta más.
En toda ella hay grandes momentos, pero me quedo con una linea de diálogo que para mi ya ha pasado a la posteridad:
(chucky refieriéndose a la pareja de jóvenes protagonistas, cuando acuerdan casarse):
-"Les doy seis meses. Tres si ella engorda".
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