sábado, 27 de marzo de 2010

The Descent 2 (2009)


¿Qué amante del cine de terror no adoró The Descent? Claustrofóbica, terrorífica, diferente... Con un final que no dejaba dudas acerca del inevitable final de las protagonistas, pero hete aquí que fue tan exitosa, que hubo que hacer una secuela.

Claro que para hacer esta secuela, el guionista decidió quedarse con el final feliz de la primera parte y Sarah logra escapar de las cuevas, aunque no por mucho tiempo. Amnésica y no completamente recuperada, es llevada nuevamente a las cavernas junto a un equipo de rescate para encontrar a las otras chicas.

Hay ciertas diferencias entre esta película y su predecesora que lamentablemente juegan en contra de la primera. Para empezar, en la segunda parte ya sabemos de la existencia de las criaturas, así que no existe esa hora de tensión y suspenso que había en la primera en la cual no sólo llegábamos a conocer a los personajes, sino que también percibíamos el encierro y la desesperación que sentían ellas. Quizás el no conocer demasiado a los personajes de la segunda no sea algo tan malo después de todo, porque ninguno era demasiado atractivo (siendo el más pavote el del sheriff, que no deja de ser un cliché). Las actuaciones dejan bastante que desear, incluso en los personajes repetidos de la primera parte. También se nota un gran cambio en los efectos especiales. El diseño de las criaturas es diferente, y eso no quiere decir que sea mejor; la sangre es demasiado viscosa y rosada y parece desesperada por salir a chorros de los cuerpos de todos.

A pesar de estas cosas, la película es entretenida. Por momentos sentimos lo mismo que con la anterior, y eso es bueno. El suspenso fue reemplazado por un gore exagerado e imposible, pero que no deja de ser divertido. La escena de las esposas se lleva todos los premios. Los que la hayan visto, sabrán sin dudas de cuál hablo.

Más allá de los defectos que mencioné antes, que es lo esperable de cualquier película straight-to-DVD, hubo dos cosas que no me gustaron para nada. La primera, la escena de mierda, literalmente; y la segunda, el final. ¿Era necesario ese giro argumental tan forzado?

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